En el mundo hay millones de restaurantes que ofrecen una inmensa variedad en sus platos, muchos tienen la denominada “especialidad de la casa”. ¿Tú la tienes en la tuya?
Esos platillos son completamente auténticos y creados por los chefs que allí laboran. En ocasiones, simplemente son recetas que van pasando de generación en generación. En el artículo de hoy, hablaremos de un platillo exquisito, las costillas a la miel.
No hay nada mejor que cocinar en el hogar para la familia, porque lo hecho en casa, a parte de llevar ingredientes adquiridos por ti mismo, le agrega ese toque hogareño, además del amor y cariño que le dedicamos a esa labor cuando se trata de dárselo a nuestros familiares o grupo de amigos más cercanos. Si se acerca una fecha importante, cocina algo especial para la ocasión. Las costillas a la miel en nuestra recomendación.
Sí, está bien, hay cientos de lugares a los cuales puedes acudir en busca de las sabrosas costillas a la miel, pero lo ideal sería prepararlo tú mismo en casa, de esa manera le agregarás los ingredientes que más te agraden. Además, puedes añadirles muchos otros, pero claro, todo dependerá de tu creatividad. Saca ese chef interno que todos llevamos por dentro y ponte manos a la obra.
Lo más importante de este platillo es seleccionar las mejores costillas del mercado, o simplemente las más económicas que consigas; tendrás opciones como las costillas de cerdo o de ternera, por ejemplo. Pon tu paladar a prueba y escoge las que te parezcan más idóneas para preparar. Para ir metiéndonos en el tema, te explicaremos un poco acerca de las costillas como tal. ¡Sigamos!
Para darte una explicación, pondremos como ejemplo a las costillas de cerdo. Estas son un corte bastante especial y peculiar, que a diferencia de la chuleta, contiene los huesos o partes óseas del tórax del animal. Esto quiere decir que las costillas contienen buena cantidad de carne para el consumo humano. Eso sí, no se separan, ya que al momento de cocinarlas se dejan juntas.
Hay muchísimas variedades para elaborar las costillas de cerdo. Algunas personas prefieren prepararlo como asado en una barbacoa, otros en un sartén e incluso al horno. Sea cual sea tu elección, darás en la tecla, ya que el resultado final, de cumplir cada uno de los pasos que te brindaremos en este artículo, será un éxito. Créeme, terminarás chupándote los dedos con la delicia que prepararás.
Lo de chuparte los dedos te lo digo en serio, no pienses que es una broma, pero, ¿por qué te lo digo? Muchas culturas, dependiendo del país, prefieren dejar a un lado el uso de cubiertos, tenedores y cuchillos e ingerirla con los dedos, así estarás más en contacto con la comida y se te hará mucho más cómodo. A continuación, te ofreceremos una suculenta receta de costillas a la miel hechas en horno.
Costillas al horno con miel
¡Ha llegado la hora! Lo que has estado esperando. Para elaborar las mejores costillas a miel en horno, primero que nada, debes tener a la mano estos sencillos ingredientes, los cuales te los brindaremos con cantidades exactas para evitar confusiones y no te excedas al momento de añadirle uno de estos componentes, ya que puede tomar un sabor que no te agrade demasiado.
Para hacer las costillas a la miel en horno necesitas un kilo y medio de costillas de cerdo abundantes en carne y muy bien cortadas para evitar el exceso de grasa; cuatro cucharadas de miel de romero, o cualquier otro tipo cuya textura sea suave; una cucharada de salsa de tomate –la marca no importa-; sal y pimienta al gusto; hierbas aromáticas tales como pimienta, tomillo o romero.
Como ingrediente opcional, puedes tomar en cuenta agregarle una copa de coñac, aunque si lo deseas, podrías añadirle cualquier otra clase de licor que sea la más indicada para este tipo de platillos. Con todos los componentes reunidos, pasaremos a la elaboración de las costillas a la miel. ¡Acompáñame!
El paso, quizá más importante al momento de iniciar la preparación del platillo, es limpiar la grasa que sobre de las costillas, de esa manera será un poco más saludable. Expertos de la cocina, consideran que es recomendable pasar las costillas por el sartén para que obtengan esa tonalidad dorada, además soltará grasa en abundancia. Quedarán más jugosas. Solo un toque de aceite de oliva será suficiente.
Luego de cocinar las costillas por ambos lados, desechamos la grasa del sartén y colocamos en una bandeja para hornos. Tras aplicar ese paso, vierte por encima de ellas las hierbas aromáticas, la salsa de tomate y el licor de tu preferencia. Posteriormente introdúcelas al horno a una temperatura de 200º, pero antes cúbrelas en su totalidad con papel aluminio y déjalas ahí durante unos 20 minutos.
Tras haber transcurrido ese período de tiempo, sácalas del horno, riega sobre ellas la miel previamente derretidas y diluida en un vaso de agua. Vuelve a mezclar bien las costillas con los ingredientes que le agregaste la primera vez para que retornen al horno. Pasarán allí otros 20 minutos con el mismo método. Remueve varias veces durante el proceso de cocción para que se junte con las salsas.
Ya terminadas, espera a que estén bastante tiernas, riega el propio líquido que preparaste, o en otro caso, agrégale agua si notas que quedaron un tanto secas. Sin duda alguna, esta es realmente una receta exquisita, pero recuerda que la carne debe quedar jugosa y fácil de desprenderse del hueso. Créeme, el aspecto de estas harán que se te agüe la boca.
Generalmente, este platillo no toma mucho tiempo, solo cerca de dos horas, por lo cual es perfecto, como te comentamos anteriormente, prepararlas para almuerzos en el jardín de casa o terraza si vives en apartamento. El olor que les llegará a tus vecinos será agradable, tanto así que tocarán a tu puerta y preguntarán cómo las preparaste.
¡Listo! Ahora sí tienes unas costillas a la miel preparadas por ti mismo. Recuerda compartir este artículo por tus redes sociales y pon al tanto a tus amigos o seguidores para que apliquen cada uno de los pasos aprendidos. ¡Suerte y buen provecho!
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