¿A quién no le gustan las cosas dulces? ¡A mí me encantan! ¿A ti también? ¡Perfecto! Porque en el siguiente post, hablaremos de un producto que cuenta con bastante dulzor. ¡Sígueme!
¿Cuál es? ¡La miel! Este fluido netamente dulce y un tanto viscoso, es el preferido por muchas personas por encima del azúcar y demás ingredientes de esta clase. La miel de abeja es uno de las mejores endulzantes naturales.
Eso sí, si deseas obtenerla naturalmente, debes tener sumo cuidado, ya que es producida generalmente por unos amiguitos realmente delicados, y que no tolerarán para nada que husmes en lo que les pertenece. ¿De quiénes te hablo? ¡Las abejas! Estas te estarán esperando con sus aguijones para defender lo suyo. ¡Ten cuidado! No dudarán al momento de usarlos. No querrás terminar como Miel Otxin en los Carnavales de Lantz.
Pero descuida, no es necesario que te sumerjas en una batalla para dar con la miel, puesto que la puedes comprar tranquilamente en el supermercado más cercano a tu casa. Es uno de los productos de mayor comercialización a nivel mundial. Podrás encontrar un sinfín de variedades y tipos de este fluido que nos ofrece la naturaleza. Todo dependerá de lo que busques en ella y para qué la usarás.
Entre los tipos de este edulcorante más utilizados a nivel mundial, destacan: las mieles de acacia, agave, azahar, brezo, castaño, de flores, encina, espliego, eucalipto, lavanda, manuka, romero, tomillo, entre otras. Esas, solo por nombrar algunas.
Aquí podrás encontrar todos los tipos de mieles con recetas para realizar en casa, remedios naturales y preguntas frecuentes sobre la miel:
Mucho antes de adentrarnos en el tema que te propusimos desde el comienzo, debemos conocer varios aspectos que rodean a la miel. Con respecto a su producción, obviamente a nivel mundial y global, es de aproximadamente un millón doscientas mil toneladas, una cantidad bastante considerable para un saborizante tan solicitado por las amas de casa y demás personas.
En el continente asiático, el país más productor de miel, es China; en Sudamérica, Argentina; en el viejo continente, Turquía y Ucrania, y en Norteamérica, Estados Unidos y México. Ahora, en el ámbito de importación a nivel mundial, Europa y Estados Unidos cogen la batuta, dominando este departamento. Independientemente de qué país la produzca o importe, la satisfacción será la misma.
Está bien, sabemos que el ser humano se ha encargado de sacarle provecho a muchas cosas generadas por la naturaleza y los animales en general, pero estos trabajan de la mano para explotar su sabor. Los animales encargados de producir la miel, son las abejas, específicamente las del género Apis, principalmente las que toman un papel más doméstico.
Sé que te llama completamente la atención cómo le hacen, así que no te preocupes, ya te explicaremos el proceso mediante el cual logran producirla. Cabe destacar que las abejas no producen todas las mieles, ya que por ejemplo la de maple, palma y la de caña, son explotadas por el hombre. ¿Preparado? ¡Pues vamos! No se diga más.
Las abejas domésticas, como te comentamos anteriormente, logran obtener este regalo de la naturaleza mediante el néctar de las flores, como también de las secreciones de las secciones vivas de plantas, pero ahí no se detiene. En ocasiones, se aprovechan de las excreciones de insectos, de esos chupadores de plantas, conocidos científicamente como Áfidos, los cuales son una plaga para las plantaciones agrícolas. ¡Una amenaza!
Siguiendo con el tema, las sustancias extraídas o recogidas por las abejas, son sometidas a una ardua transformación por estas, con el fin de combinarlas con sustancias propias; guardadas, deshidratas y almacenadas, pero, ¿dónde las depositan? ¿Has escuchado acerca del panal de abejas? ¿Si? ¡Excelente! Bueno, ahí, justo en ese lugar, las depositan para su maduración.
En ese momento, es cuando aparece el ser humano para hacer su trabajo. El hombre, desde hace muchísimos años, ha intervenido en este proceso, por lo cual explotan los panales de la colmena para obtener el dulce producto del esfuerzo de la colonia de abejas. A este proceso se le conoce mundialmente como apicultura. Aunque muchos otros prefieren hacerlo con un extractor de miel.
¿Qué es la apicultura? Pues te lo explicamos brevemente en el párrafo anterior, pero seremos más específicos en este. Es la actividad a través de la cual el hombre debe criar y cuidar de las abejas, como también de prestarle el máximo cuidado necesario y del que requieren, con la finalidad y el único objetivo de lograr obtener y consumir los productos que estas se ingenian para hacer y recolectar. De esa manera obtendremos sus propiedades y beneficios.
Después de ya saber un poco, y haberles aportado grandes conocimientos acerca de este producto, es hora de conocer para qué se usa la miel. Hay muchas recetas que usan este componente. Pues es más que todo utilizada con fines alimenticios, curativos y cosméticos. Gracias a esta sustancia, logramos prevenir y sostener la incesante lucha contra la diabetes y también es buena para la garganta. A su vez, ayuda a la mujer durante el embarazo.
La miel se combina con muchos otros elementos para beneficio del ser humano; puedes mezclarla con leche, limón, café, naranjas, canela, ron miel y ajo para aprovechar sus propiedades combinadas con los compuestos anteriormente mencionados y así obtener mayor vitalidad, tal cual lo harás utilizando la miel para la cara usando mascarillas, y también para el pelo.
Esta sustancia tiene muchos usos culinarios. La miel es el acompañante ideal para platillos como: solomillo y costillas -por cierto, deberías probar las costillas de cerdo a la miel-, berenjenas, pollo -alitas-, ciorba, drob, bacalao, cebolla caramelizada, sobrasadas, plátanos fritos, entre otros.
Además, no es todo, ya que la miel suele utilizarse mucho en postres como galletas, bizcochos, torrijas, hojuelas, pestiños, cacahuetes, etc.
Son demasiados los usos que se le dan a la miel, pero debes tener cuidado con las calorías que posee, que aunque sean menos que la del azúcar, no debes confiarte. Todo esto nos lleva a preguntarnos, ¿la miel engorda? ¿la miel estriñe? ¿la miel caduca?. Esas respuestas te las dimos en los artículos anteriores, pincha en los enlaces y entérate de todo.
Sabemos que los seres humanos la ingerimos, pero, ¿se emplea para otra cosa a parte de la comida? Dejaremos a un lado la utilización que se le da en el aspecto gastronómico, para adentrarnos en aguas más profundas. La miel aporta todas sus propiedades si la consumes pura, natural o de manera ecológica.
En general, la miel posee una gran gama de propiedades completamente terapéuticas. Los seres humanos, en especial los científicos, se han encargado, mediante estudios, de descubrir los beneficios de la miel de esta. Este dulce producto cuenta con propiedades antimicrobianas y antisépticas.
¿Quedaste en las mismas? Tranquilo, la miel ayuda a cicatrizar y prevenir futuras infecciones en heridas o quemaduras un tanto superficiales. Así que si tienes alguna herida en tu cuerpo, prueba con aplicarte un poco de miel para que compruebes los tantos años que les tomó a los científicos descubrir sus usos fuera de lo gastronómico.
Nuestras amiguitas, las abejas, que cuidan y protegen con sumo recelo la miel, se encargan, luego de extraer el néctar de las flores, de agregare una enzima llamada glucosa oxidasa. Esto hace que la miel, al ser aplicada para curar o cicatrizar heridas, esta libera localmente peróxido de hidrógeno. Además, la miel es utilizada como fuente de energía rápida, debido a que es altamente calórica por su alto contenido de azúcares simples.
¿Crees que solo sirve para eso? ¡Pues no! Te brindaremos mucha más información referente a la miel. ¡Sígueme! Estudios recientes, han demostrado categóricamente, que la miel, alivia el resfriado. Estos, fueron puestos a prueba en personas cuyas edades oscilan entre los 2 y 18 años, obteniendo grandes y gratificantes resultados luego de usarla.
Las infecciones respiratorias, son unas de las afecciones más comunes de las que suele padecer el ser humano, pero los científicos demostraron que la miel es apta para sanar las membranas irritadas ubicadas en la parte posterior de la garganta. No queda ahí, a través de un informe, la OMS (Organización Mundial de la Salud) la consideró segura para aliviar la tos, pero eso sí, fuera del fase de lactancia.
¿Catarro? La miel es uno de los productos utilizados para hacer bebedizos y combatir esa molesta afección. El dulzor de la miel, sumado al jugo de limón, es la fórmula perfecta e ideal. Será tu mejor arma. Si tienes bebés mayores de un año, y estos recurrentemente les da tos, usa la miel, esta los aliviará. Aunque sería más efectivo un medicamento exclusivo para ello, pero son apenas son niños. ¡Lo natural es mejor!
¿Cómo conservante? ¡Naturalmente perfecto! Aunque debes tener cuidado, en ocasiones, no suele ser saludable para el organismo del ser humano. Pero, ¿por qué? Al provenir de flores netamente silvestres, puede ser altamente tóxica. En uno que otro caso. Las especies de flores rododendros y azaleas, generan un néctar bruscamente venenoso para la ingesta de las personas. Todo lo contrario para las abejas, el cual es inofensivo.
Parece un producto sin efectos secundarios, pero sí lo es, y para eso te brindaremos todos esos consejos y recomendaciones para lleves a tu estómago la mejor miel. Para evitar envenenamientos, el hombre aplica la apicultura, pero solo en algunas partes del mundo, donde las colmenas son vaciadas en su totalidad posterior a la temporada de floración. De esa manera, suprimen cualquier partícula o residuo para evitar accidentes.
Para no escapar del tema de su conservación, debemos decirte que es confiablemente perdurable, no tiene fecha de caducidad. ¿Por qué? Su alta concentración de azúcar, aniquila a las bacterias por lisis osmótica, lo cual consiste en el estallido de una célula debido a una superabundancia de fluido. La baja humedad que registra y contiene la miel, hace que las levaduras aerotransportadas no puedan prosperar adecuadamente.
¿Has probado el almíbar? Pues este genera un proceso que permite la conservación prolongada de los dulces y frutas sumergidas en él. Este efecto lo posee la miel, y es a causa de su baja concentración de agua, que le permite preservarlos. Las altas cantidades de azúcar, disminuye el contenido del vital líquido. ¿Curioso por su preparación? Los siguientes párrafos irán destinados a cómo se hace la miel. ¡No te quedes atrás!
Cómo se hace la miel
Para conocer el pequeño gran mundo de nuestras diminutas amiguitas, debemos comprender cómo hacen para hacer la miel. Anteriormente ya habíamos tocado este punto, pero nada mejor que ahondarlo mucho más. Las abejas extraen el néctar de las flores donde se posan, lo retienen y retornan nuevamente a la colmena, donde antes de depositarlo, debes entregárselo a las abejas obreras más próximas a la piquera.
No más traspasen el néctar obtenido a sus hermanas abejas, vuelven a salir en busca de más. No paran de trabajar. Luego, las hermanas, deben proceder al paso de la transformación del néctar en miel como tal. Su principal objetivo y habilidad, es la de disminuir los niveles y el porcentaje de humedad. Antes de entrar a la colmena, posee un 60% aproximadamente, después disminuye a un 15%.
¿Te parece sencillo? Pues créeme que no lo es. Hay dos factores e inconvenientes que pueden hacer tedioso este proceso para las abejas; una, es la humedad; la otra, la temperatura exterior, lo que puede desencadenar que el proceso tarde varios días en cumplirse. Todas las abejas trabajan, ninguna se queda por fuera, todas aportan un granito de arena para la causa.
La tarea de las abejas más jóvenes, esas que siquiera han salido de la colmena y no han estado en contacto directo con el medio ambiente, suelen pasarse el néctar, el cual enriquecen con encimas que ellas mismas generan. Ahora, si el aporte de néctar es bastante elevado, las gotas son almacenadas en los panales, puesto que estas no tienen el tiempo suficiente para procesarlo completamente.
¿Recuerdas cuándo te dijimos que no paran de trabajar? Pues sí, en realidad no lo hacen. En la noche, generalmente, cuando absolutamente todas y cada una de las abejas han regresado de su exhaustiva búsqueda de néctar, las abejas jóvenes, y las también conocidas como nodrizas y pecoreadoras procesan los excesos de néctar que sus compañeros trasladaron a la colmena durante las 24 horas del día.
Una vez esté el néctar totalmente depositado en cada una de las celdas que forman el panal, este seguirá, conforme pase el tiempo, perdiendo humedad, hasta tal punto de alcanzar el nivel máximo de maduración, que gira en torno a los 18%. El siguiente paso es cuando las abejas deben someter a la miel a una prueba para comprobar que esté completamente lista para ser finalmente guardada.
Ese proceso lo llevan a cabo a través del sellamiento de la celda con una ligera capa de cera. ¿Cómo se le llama a ese paso? Operculado de las celdas. Justo en ese momento, es cuando entra en acción el ser humano. Esa señal hace que los apicultores hagan su trabajo, es el punto de partida y la indicación de que la miel está lista para ser recolectada de las colmenas.
El néctar, hace que las abejas produzcan una especie de deshidratación, donde la pérdida abundante de humedad es aprovechada por estas para mantener refrigerada y a buena temperatura la colmena. Para ello, crean corrientes de aire entre los panales y las abejas ventiladoras. Con esto, logran bajar la temperatura hasta situarla en los 15º.
Composición de la miel
Los componentes más usuales de la miel te lo mostraremos a continuación, aunque para que tengas estos datos a la mano, al final del texto te dejaremos una tabla donde podrás agruparlos a todos.
Con respecto a las azúcares naturales, posee levulosa en un 40,5%; dextrosa en 34% y sacarosa en tan solo 1,9%. Las enzimas y vitaminas, las tiene en un 2,6%. El agua abunda, contiene 17,7%; cenizas en un 1,8% y proteínas en 1,5%.
¿Vitaminas? ¡Pues claro! Las más comunes son: B, B1, B2, B5, B6, BC, C, G, H y PP. Referente a las salas minerales, contiene calcio, fósforo, azufre, potasio, cloro, sodio, hierro, magnesio, cobre, boro, manganeso, silicio, nitrógeno y muchos otros que se hallan en diminutas o pequeñas cantidades.
También cuenta con varios ácidos, tales como el málico, cítrico, fórmico, tánico, cúprico, oxálico, fosfórico, butírico, acético, latónico, valeriánico y propiónico. Otros elementos que se hacen presentes son los azúcares, lípidos, fermentos, histamina, maltosa, dulcitol, aldehídos, clorofila, carotina, albúmina, tanino y varios óleos. La miel puedes consumirla ya sea cruda o cristalizada, no le hará daño a tu organismo.
No hay un número específico de las sustancias que componen y complementan a la miel, pero en la actualidad, los científicos han descubierto e identificado al menos unas 181 sustancias totalmente diferentes en este dulce producto. Unas son totalmente autóctonas, no se dan ni existen en ninguna otra parte del planeta, pero lo cierto que el color miel es único.
¿No has probado la miel? ¡Hazlo! Te servirá para tus recetas culinarias, ya sea una deliciosa salsa de mostaza y miel o una vinagreta, pero ten cuidado con la cantidad que uses, que aunque no sean las mismas que el azúcar, las calorías de la miel pueden igualarlas.
Te comentamos anteriormente que esta sustancia posee muchas utilidades, desde velas de miel para hacer rituales amorosos -usas una vela en todo caso-, hasta cereales, uno de los más famosos es el de Miel Pops. Si no sabes dónde comprar miel, échale una ojeada a nuestros artículos. Podrás conseguir la apasionante historia de la miel de la alcarria.
A parte, existen un sinfín de variaciones en la composición de la miel, pero estas van acorde a la región, de la diversidad vegetativa que haya en ella, también del clima y de la época del año. Espero que hayas aprendido un poco más acerca del mundo de la miel y todo lo que la rodea. Comparte este artículo y muéstrales a tus amigos lo aprendido. ¡El conocimiento es poder!