Hay muchísimos tipos de mieles en todo el mundo, todo eso es gracias a los cientos de néctares de flores en donde posan las abejas para libar todo el contenido.
No, no es para nada un trabajo sencillo, las abejas hacen millones de viajes a diario para obtener ese elemento para posteriormente crear la miel. Ya que tocamos el tema de los tipos de mieles, ¿conoces la miel de lavanda? ¿No? A continuación, te hablaremos de ella.
Vayamos paso a paso. Primero que nada, la miel de lavanda procede de un arbusto llamado científicamente como Lavandula angustifolia, aunque comúnmente se le conoce como espliego. Esta es una planta en forma de arbusto que suele crecer en lugares aislados y donde la sequedad de la tierra abunda. Apenas logres ver una planta de esta especie, quedarás atónito con su belleza.
Muchas personas saben que la lavanda como tal, sola, tiene propiedades medicinales excepcionales, pero, ¿te imaginas probar su miel? Pues, sino lo has hecho, deberías. No pierdas el tiempo. Al momento de comprarla, te sorprenderá su claro color ámbar, tan clara es, que a veces da la sensación de ser transparente. Asimismo, no te será muy difícil encontrarla, ya que su aroma es inconfundible.
Sin duda, este tipo de miel, al solo mezclarla con bebidas, dulces o alimentos en general, les proporcionará un sabor y aroma realmente fresco. No obstante, en otro orden ideas, la miel de lavanda es ideal para contrarrestar la molesta tos y demás afecciones respiratorias. Si bien todas las mieles poseen propiedades similares, la de lavanda es única al momento de cicatrizar heridas causadas por quemaduras, por ejemplo.
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Beneficios miel de lavanda
Con respecto a las demás clases de mieles, la de lavanda posee los niveles más altos de tirosina. ¿Para qué sirve la tirosina? Es un aminoácido que el organismo de los seres humanos suele utilizarlo para generar neurotransmisores. Tal aminoácido, ha sido empleado en medicamentos para combatir y darle trato a ciertas condiciones de salud, tales como la ansiedad, la depresión, insomnio, entre otros.
Como las otras, la miel de lavanda contiene un alto contenido de hierro, lo que hace funcionar de una manera más adecuada a nuestro sistema inmunológico. Basta con ingerir una cucharada al día para beneficiarte de esa propiedad. Te protegerá de males respiratorios. Pero, alejándonos un poco de los beneficios medicinales, ¿sabías que también posee cualidades como cosmético? ¿No? Pues, sí. Vamos a descubrirlo.
La miel de lavanda es quizá la mejor entre sus especie a la hora de preparar una mascarilla para la piel. Harás una de calidad 100% natural que mantendrá tu piel completamente hidratada sin importar si tu piel es reseca, áspera o grasosa. Sus propiedades antibacterianas, se encargarán de combatir el molesto acné. Además, no solo hidrata tu piel, sino tu cabello. Combatirá la caspa y le dará brillo.
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Es increíble la cantidad de beneficios y usos que se le puede dar a la miel de lavanda, un endulzante natural que cumple casi todos los usos que deseamos darle a los productos que nos regala la madre naturaleza. Comparte este artículo y muéstrale al mundo de lo que es capaz la miel de lavanda. ¡Suerte!
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