El solomillo es una de las piezas de carne extraída de los vacunos y porcinos que se consumen más a nivel mundial.
En Francia, este platillo es una exquisitez, un manjar al que, a excepción de los vegetarianos, nadie puede resistírsele. Este gran trozo de carne procede de la parte lumbar, esa que se aloja entre las costillas inferiores y la columna vertebral. ¿Lo has probado?
Créeme que si no has degustado este delicioso y jugoso trozo de carne, deberías hacerlo lo antes posible. No te imaginas de lo que te estás perdiendo. El solomillo, como todas las cosas de este mundo, tiene sus partes, pero estas posee nombres bastante particulares: la punta del solomillo se le conoce como filete miñón; la más gruesa y densa, chateaubriand; mientras que la intermedia se le llama turnedó.
Ahora, ¿te imaginas un gran trozo grueso de solomillo hecho a la miel? Yo sí, ¿tú? Una de las mejores combinaciones gastronómicas o culinarias que se puedan hacer, es la de mezclar ingredientes dulces con salados, hará que tu paladar se deguste con tanto sabor dentro de sí. Justamente para eso hemos creado este nuevo artículo, para enseñarte a cómo hacer el mejor solomillo a la miel que puedas conseguir. ¡Adelante!
Solomillo cerdo a la miel
Las comidas de nuestras madres y abuelas, son sin duda las mejores que hemos probado. Pollos, carnes, pasteles y demás platillos hacen de ellas nuestras chefs favoritas. Ahora, si nunca han preparado solomillo de cerdo a la miel, es momento de que tú las sorprendas y les permitas degustar de este gran trozo de carne que nunca falta en los restaurantes más lujosos y cachés de todo el mundo.
Para hacer el solomillo de cerdo a la miel, deberás conseguir estos ingredientes con los cuales puedes servirles a cuatro personas. Lo que necesitas es: dos solomillos de cerdo; seis cucharadas grandes de miel; tres hojas de laurel; dos dientes de ajo; aceite de oliva y sal al gusto. Nada más eso. ¡Las cautivarás con este plato!
La preparación es muy sencilla, para nada complicada. Toma una bandeja de horno y verte sobre ella un poco de aceite, el necesario para que las piezas de solomillo se impregnen. Luego, agrégale sal al gusto a los pedazos de carne y colócalos en la bandeja sin cortarlos. Posteriormente, riega la miel sobre cada una de las piezas de solomillo de manera que quede bien distribuida.
Lo siguiente, es agregarle el laurel y los dientes de ajos sin pelar y llévalas en la bandeja hacia el horno ya precalentado a unos 200° C por un tiempo de 50 minutos. No, no termina acá. Apenas transcurran 15 minutos, da la vuelta a los trozos de carne. A los 25 minutos, cuando notemos que ya va cogiendo forma, sácalos del horno y córtalos en rodajas o como te guste. Cocinarlo de esa manera, hará que no se seque.
De aquí en adelante, solo te tocará estar muy al pendiente, ya que debes bañarlo en su salsa para que queden realmente jugosos. Una vez estén en su punto, retíralos del horno. En fin, tendrás un plato con los mejores sabores que te ofrece la comida: dulce y salado. Comparte este artículo y demuéstrale a todos de lo que eres capaz estando en la cocina, pero más que todo, sorprende a tu madre y abuela. ¡Suerte!
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